Como que de las vacaciones de verano ya no se acuerda nadie a estas alturas, y aprovechando que alguien colocó un día de fiesta en lunes, pues nos fuimos a pasar unos días a una Casa Rural. Si, de esas que estás rodeado de campos, y tienen una pequeña granja con gallinas, cerdos, vacas, un burro y hasta un poni.
Pues si, una de esas, de las que hay tantas y tienen tan buena fama. Pero esta tenía algo especial, y es que la Vía Verde del Carrilet "Girona - Sant Feliu de Guixolls" pasaba por al lado. Y esta fue la principal razón de la elección.
Llegamos el viernes por la tarde-noche, y casi sin darnos tiempo a apalancarnos, ya estábamos cenando. Compartimos mesa con una familia de Argentina, muy majos ellos.
Al día siguiente pudimos ver un poco mejor la casa, y la verdad es que es de esos lugares en los que dices, yo no me quiero ir de aquí, ya que tanto el entorno como la casa estaban geniales. Después del desayuno nos fuimos a Púbol, a ver la Casa-Museo Castillo Gala Dalí, donde pudimos ver las excentricidades "idas de olla" y maravillas que hizo Dali. Después de Púbol nos dirigimos a Girona, donde comimos (a algunas lo que le dejaron no lo que quiso). Una vez llenos, nos fuimos a dar una vuelta por el centro de Girona, (Catedral, muralla, calles céntricas, puentes sobre el rio Ter, etc) vamos, que aprovechamos bien la tarde.
Por la noche fuimos a comer al restaurante Can Barris, donde Marta se puso al el "culo" de colmer cargols a llauna.
El día siguiente tocaba bici, y salieron unos pocos kilómetros de más. En total 64 km., desde Campllong hasta San Feliu de Guixols ir y volver. Después de la ruta por la Via verde, nos tomamos un merecido descanso en la Casa Rural y a esperar la cena.
Al día siguiente, desayuno con toda la gente que estaba hospedada, descansar un ratillo hablando con la gente y de vuelta a la rutina.
Esperemos poderlo repetir algún otro día.
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